Llamadme Cabrón se desarrolla en la segunda mitad del siglo XV. Un siglo marcado por la guerra de sucesión castellana y la intromisión de los reinos vecinos. Pedro fue un hombre implicado en los cambios que se estaban produciendo según los designios de los reyes que movian los hilos en la Península.


ARAGÓN:

Juan II de Aragón, el Grande (1398-1479)
Fue duque de Peñafiel, rey de Navarra (1425-1479) y rey de Aragón, de Cerdeña y de Sicilia (1458–1479). Hermano del rey Alfonso V, a la muerte de este sin herederos se proclama rey de Aragón. En 1462, coincidiendo con la revuelta de los payeses de remensa, un movimiento campesino, los nobles catalanes le desposeen de la Corona, ofreciéndosela al Infante Pedro de Portugal y a Enrique IV de Castilla, e iniciándose una guerra civil en el reino. En 1472 consigue entrar en Barcelona obligando a los rebeldes a jurarle obediencia. Morirá en la ciudad condal siete años después.

Fernando II de Aragón, el Católico (1454-1516)
Hijo de Juan II y de su segunda esposa Juan Enríquez. Rey de Sicilia desde 1468 y de Nápoles desde 1504. Tras casar con Isabel y la subida al trono de ésta, consigue ser proclamado corregente de Castilla con los mismos derechos que Isabel mediante la Concordia de Segovia (1475) bajo el nombre de Fernando V. Tras la muerte de su esposa y motivado por la locura de su hija Juana, será aceptado como rey de Castilla, gobernando en el reino hasta la ascensión al trono de su nieto Carlos. Favoreció la expasión aragonesa por el Mediterráneo.



CASTILLA:

Enrique IV de Castilla, el Impotente (1425–1474). 
Hijo de Juan II y de María de Aragón, y hermanastro de Isabel la Católica, fue rey de Castilla entre 1454 y 1474. Durante su reinado, y debilitado por la imposibilidad de tener hijos, se producen diversas revueltas nobiliarias y una guerra civil que le enfrentara a su hermano Alfonso (proclamado rey en Ávila en junio de 1465) y a su hermanastra Isabel. Casado en segundas nupcias con Juana de Portugal reconocerá como heredera de la corona a su única hija, la princesa Juana, que será acusada de ser hija de Beltrán de la Cueva.
Juana, la Beltraneja (1465-1530): hija de Enrique IV y de Juana de Portugal, heredera legitima de la Corona castellana, es acusada desde muy pronto de ser hija de Beltrán de la Cueva, secretario del monarca. Tras la muerte del rey, y una guerra sucesoria que implicaría a Isabel y a su tío, y prometido, Alfonso V de Portugal, en 1479 se retira al monasterio de Santa Clara de Coímbra. Morirá en 1530 firmando su testamento, en el que lega sus derechos reales a Juan III de Portugal, como “Yo la reina”

Isabel I de Castilla, la Católica (1451-1504)
Hija de Juan II y de Isabel de Portugal, hermanastra de Enrique IV. No participa en los enfrentamientos dinásticos entre sus hermanos Enrique y Alfonso (proclamado rey en Ávila por los nobles) y se niega a titularse reina mientras Enrique IV siga vivo. En 1468 es nombrada Princesa de Asturias. En 1469 contrae matrimonio con su primo Fernando, rey de Nápoles y príncipe heredero de la corona de Aragón. En 1474, a la muerte de su hermano, se proclama reina de Castilla, enfrentándose a su sobrina Juana, a la que vencerá tras seis años de guerra sucesoria. Desde ese momento iniciará el proceso de consolidación del trono y, con esto ya conseguido, la conquista del reino de Granada. 


PORTUGAL:

Infante Pedro de Portugal
Llamado Pedro de Avis y Portugal, fue infante y condestable de Portugal. Hijo de Pedro de Coimbra y Lancaster, es nieto de Juan I de Portugal y de Juan II de Urgell. Fue proclamado conde de Barcelona en 1464 durante la guerra civil aragonesa que le enfrenta a Juan II por la corona del reino. Fallece en 1465 en Granollers.